Semana 16 inspirados en el título de una canción: Este minuto.
Suena la campanilla del móvil avisando de la entrada de un correo y un incontrolable nerviosismo se adueña de su interior, sus pulsaciones se aceleran, siente su corazón palpitar deprisa, deja lo que está haciendo y se acerca hasta el teléfono, tarda apenas un minuto, sesenta segundo de una mezcla de ilusión y miedo. Será él, qué me dirá, será que va a anular la cita, o quizá que quiere verme antes, o que no quiere verme más. ¡A qué velocidad se puede pensar! Llega hasta la mesa y abre la funda dejando a la vista la pantalla que se ilumina. Mira la esquina donde aparece el sobre indicativo del correo. Aún quedan unos segundos antes de descubrir el contenido. Es tanto el deseo de que sea un correo suyo que retrasa el momento de abrirlo para disfrutar un poco más de esa ilusión. Por fin pulsa el desbloqueo de la pantalla y entra en la bandeja de entrada. Y, todo se desmorona, por un momento ha estado llena de esperanza, se ha sentido feliz, y volverá a pasar cada vez que suene la campanilla pero en este momento el mundo se ha oscurecido. Este minuto en el que sin pensarlo, y en medio de una vorágine de pensamientos, ha elevado una plegaria al universo pidiendo que sean sus palabras las que llegan.
11 comentarios:
Qué forma tan preciosa de contar sentimientos que se desbordan en un plazo tan breve. Esas sensaciones, que también he vivido, es muy difícil trasladarlas al relato con tanta cercanía e intensidad. Una maravilla.
Me encanta tu forma de plasmar los sentimientos.
Con tu permiso pongo un enlace de tu blog en el mío.
graciasss
bicos.
fernando
Sentimientos acelerados que miden el tiempo. Un abrazo
Reconozco esa sensación de zozobra esperando un mensaje y deseando que sea el que llega... Reconozco la desilucion al ver que no es el que llega... Al menos en la historia la cita sigue en pie....
Me encanta tu relato... Bss
¡QUE LINDO TU MINUTO ETERNO LEONOR!
Un minuto que se hace eterno, donde la ansiedad nos gana y nos hace presos de todo tipo de pensamientos, muchas veces negativos. Pero todos lo hemos vivido alguna vez.
Me encantó tu relato, tiene suspenso y se vive ese minuto en carne propia.
Un beso.
Ahhhh me has retrotraído a esa época en que, con mariposas en el estómago, esperábamos con ansiedad una señal de la persona amada. Por aquella época no teníamos ni celular ni mails jeje... pero sí la misma ansiedad!
=)
Cuando estamos deseosos de algo, nos invade esa especie de deseo, curiosidad, anhelo,miedo... que tú has sabido describir maravillosamente.
Que romántico tu texto, Leonor. Un minuto eterno, en la espera de unas palabras tan deseadas. Verdad es que recuerda mis primeros mensajes, mi primer amor.
Beso
Más de una vez me ha pasado eso y he estado un buen rato sin abrir el correo. Unos nervios uffff y uno sentimientos desbordados... Y al final... por qué no...
Todo puede pasar en un minuto.
Besos muy grandes.
Precioso texto en donde un minuto se llena de sueños.
Un abrazo
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