Testigo callado de penas,
espectador de quebrantos.
Tus raíces aferradas a la tierra
que miles de cuerpos han abonado.
Creces ajeno a sus quejidos,
floreces a pesar de sus lamentos.
¿No sientes el dolor de sus ausencias?.
¿Oyes el llanto de los que han muerto?.
Viejo moral camino del cementerio.
Mientras otros acaban ya su camino,
tu persistes agarrado al suelo
nutrido con lágrimas de los duelos.
2 comentarios:
Qué bonito poema! triste sitio tiene el moral, auqneu supongo que el callejón de los muertos puede ser tan bueno como cualquier otro...
Un beso
Te dije que los poemas no eran lo mío, pero leyendo esto quizás logres que me aficione. FANTÁSTICO LEO. Un beso, Magdalena :-)
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