miércoles, 28 de diciembre de 2016

OLVIDAR




Imagen de internet


He guardado tus versos
los he envuelto con jirones de mi alma
los he escondido para no verlos
 atormentan mis sentidos
despedazan mis entrañas

Poemas cantados a un sueño
letras para un amor imposible
palabras que ahora evitadas
ocultas bajo el silencio
se desvanecen en la garganta

Tengo que renunciar a tus besos
 al roce de tus labios en mi boca
tengo que zafarme de tu abrazo
borrar el recuerdo de tus manos
escapar de tu mirada

Olvidarme a mí misma que fui tus versos
olvidar que ellos despertaron mi deseo
 olvidar cuánto anhelo tus palabras
que hoy yacen envueltas en jirones de mi alma.





lunes, 26 de diciembre de 2016

CONTANDO LAS SEMANAS




Esta semana 52, la última del año, nos inspiramos en el título de la canción "Nos volveremos a ver". Quiero agradecer a Karina el tiempo que nos ha dedicado a los largo de los tres años que semana tras semana ha ido proponiendo el tema, enlazándonos, y regalándonos una imagen a cada uno de los participantes. Muchas gracias amiga. Seguiremos en contacto a través de las palabras. Felicidades por la constancia y el trabajo tan magnífico que has realizado. 



Nos volveremos a ver. Como una invocación repetía una y otra vez desde que despertaba al alba hasta que la rendía el sueño de madrugada. Nos volveremos a ver. Era su grito callado, su esperanza arrinconada. Nos volveremos a ver. En cualquier esquina, en una calle cualquiera. Nos volveremos a ver. En un sueño. En una mirada. Nos volveremos a ver. En un casual encuentro. Nos volveremos a ver repetía su mente como un eco confortador. Nos volveremos a ver. Nos volveremos a ver...










miércoles, 21 de diciembre de 2016

ESTE JUEVES: UN RELATO CON TRES ELEMENTOS





Esta semana nuestro anfitrión, Juan Carlos, desde su blog, ¿Y qué te cuento? nos propone escribir un relato libre, aunque nos lo complica teniendo que introducir en el mismo los tres elementos que nos indica: una actriz o actor en decadencia que no se adapta a su nueva situación y a los nuevos tiempos; un luchador o luchadora de sumo y por último una piscina en el atardecer. 


Era desolador mirarse cada mañana al espejo. Los años habían hecho mella en su piel, sus ojeras delataban las horas de insomnio que venía sufriendo. Los días pasaban y la llamada de su representante nunca llegaba. Ningún productor le ofrecía ni siquiera un papel de segundón que nunca hubiera aceptado por orgullo. A veces soñaba con vender su alma al diablo y ser un Dorian GreyA solas en su cuarto, recordaba los diálogos de alguna película reviviendo aquella época ubérrima que había pasado de forma fugaz. 

María nació hermosa, así lo dijo todo el que se asomó a su cuna. Creció y creció, a lo largo y a lo ancho, y al llegar a la pubertad empezaron sus miedos, sus complejos. Los espejos eran para ella el peor de los enemigos porque le mostraban lo que no quería ver, o más bien lo que no querían ver los demás y ella había interiorizado. Pasaba los días escondida de las miradas. Solo salía a un gimnasio cercano con la intención de perder peso y fue allí donde encontró un motivo para escapar de su infausto mundo. Oyó hablar de la formación de un grupo de chicas voluminosas que practicaban un deporte japonés llamado sumo y como un resorte saltó en su cabeza la idea de unirse a ellas. Así comenzó la nueva vida de María. 

Por casualidad, el actor y la muchacha decidieron hacer un crucero por las Islas Griegas, cosas del destino. 

El primer día de navegación casi no salieron de su camarote. Se les hacía difícil enfrentarse a las miradas en las que siempre leían un atisbo de desprecio. Pero una tarde que se regalaba con luces anaranjadas y mar calmoso, los dos optaron por dar un paseo por cubierta. Al llegar a la piscina ambos envidiaron la seguridad con la que mostraban sus cuerpos los bañistas y, por azar se sentaron en hamacas contiguas. Después de unos minutos entablaron conversación alabando el tiempo como suelen comenzar las charlas entre desconocidos, y al cabo de unas horas se habían confesado todos sus temores. 


Al bajar al muelle, después de los días compartidos, recuperada la confianza en sí mismos, se despidieron con la intención de no perder la amistad que había surgido entre ellos y quién sabe si algo más. 



martes, 20 de diciembre de 2016

CONTANDO LAS SEMANAS




Semana 51 inspirados en el tema musical "No se olvida"

Se quedan colgados del recuerdo
los momentos más intensos 
la mirada helada de una despedida
que destroza el alma
las palabras que ya nada significan

Se envuelven con telarañas del tiempo
se guardan en rincones sin olvido
quedan latentes en algún lugar
como semillas por el viento arrebatadas
tormentosos miedos escondidos

Quedan en el olvido los desengaños
no duelen los miedos superados
aniquila el deseo insatisfecho
enloquece el sentimiento frenado
no se olvida el sueño contenido 











lunes, 19 de diciembre de 2016

ENTRE LÍNEAS





Un bosque de árboles desnudos como esperpénticos cuerpos cadavéricos, estaba siendo devorado por una tenue neblina, un celaje vaporoso que descendía sobre el terreno desdibujando las formas. Desde una ventana de la mansión que albergaba el orfelinato Celia contemplaba aquel paisaje envuelto en tinieblas, no conocía otro mundo. Desde que fue trasladada a este lugar tras su desafortunado nacimiento, la joven no había traspasado la frontera más allá de lo que alcanza la mirada. Celia languidecía de tristeza entre aquellos muros húmedos, sin el calor de una familia, sin la oportunidad de salir de su monótona rutina. Celia sentía una curiosidad infinita por conocer otras realidades que no fueran la suya, tan solitaria y falta de comunicación con el exterior que imaginaba lleno de  aventuras. Cuando la muchacha descubrió lo que esconden los libros,  encontró la forma de salir de su limitado universo y cruzar a otra dimensión que se le hacía más real a medida que iba sumergiéndose en el mundo de las palabras. Celia entraba de puntillas en las páginas entintadas y paseaba silenciosa entre líneas, trataba de hacerse un hueco entre los personajes que las poblaban sin alterar sus vidas. En cuanto atardecía, terminadas las faenas impuestas, la voraz lectora lograba salirse del mundo gris para cruzar un arcoíris de sensaciones. Era la magia de los libros y el abrazo de las letras que en ellos se disponían de diferentes formas, conjugándose de maneras distintas creando con cada una de ellas  nuevas historias. Celia disfrutaba siendo la observadora cercana de acontecimientos ocurridos a través del tiempo, entraba en fiestas organizadas en grandes palacios, lloraba junto a una madre que despedía a un hijo, acompañaba a los exploradores por tierras extrañas, navegaba en hermosos veleros por mares lejanos, y cada noche al cerrar las tapas de un libro cerraba los ojos agradecida por todas las posibilidades que éstos le brindaban.