PLAYA DEL CASTILLO

domingo, 11 de octubre de 2015

A UN BOSQUE

Azules velos de niebla

caminos desdibujados

desvanecidos senderos

cobriza tarde otoñal

de colores matizados

alfombra de mariposas

voladoras sin destino

sobre los suelos mantillo

raíces que se derraman

bajo la tierra mojada

bosque de troncos erguidos

y de suelos desbrozados

bruma crepuscular

suavizando sus dorados

martes, 6 de octubre de 2015

CONTANDO 53 SEMANAS

Semana 41 inspirados en la palabra Confianza

Hay momentos de la vida, experiencias, aventuras, situaciones que jamás contarías ni al amigo más amigo. A veces no te lo quieres contar ni a ti mismo cuando por azar acude a tu pensamiento como una estrella fugaz que pasa en apenas unos segundos sin darte tiempo a ver exactamente cómo ha sido su estela. Sacudes la cabeza para evitar ese recuerdo que evoca instantes dolorosos. Pero hay veces que es bueno contar con alguien que sepa escuchar, alguien en quien depositar toda tu confianza sabiendo que comprenderá tus errores, que sabrá entender los porqués de ciertas decisiones que hayas tomado y de las que te sientes arrepentido o dudas que fueran las acertadas. Es bueno tener una persona con la que puedes tener la seguridad de que nunca utilizará tus secretos para reprocharte nada. ¡Es tan difícil encontrar un ser afín a quién entregar tu alma!

En confianza...nos leemos en el blog de Karina.

lunes, 5 de octubre de 2015

LA TELA DE ARAÑA

Relato inspirado en esta imagen.

Menuda jugarreta me está haciendo el otoño, las noches empiezan a ser húmedas y en los amaneceres todo el campo se encuentra bajo una fina capa de rocío. La verdad es que las plantas se ven preciosas, brillantes y frescas. Las flores lucen sus pétalos engalanados con multitud de gotas transparentes y el olor de la tierra es tan intenso, aunque mi trabajo ha quedado inservible, lo importante de mis entramados es que sean invisibles y ahora parecen guirnaldas encendidas. La verdad es que estoy admirada y reconozco que hago bien las telas, nunca había visto el resultado de mi trabajo con tanta claridad, soy una magnífica tejedora. Se ve tan bonita, parece decorada con nacaradas perlas, como si un buen joyero las hubiera engarzado con mimo. De momento no caerá alimento alguno pero estoy contenta al ver lo bien que hago lo que es propio de mí. Y aquí escondida bajo esta hoja esperaré que el sol caliente un poco y evapore las preciosas perlas, será una lástima pero tengo que sobrevivir.