miércoles, 27 de agosto de 2014

ESTE JUEVES: ROBOS




Campamento de gitanos con carromatos, 1888, Vincent van Gogh

Estaba aburrida de dar vueltas y vueltas sin llegar a ningún sitio, el paisaje siempre el mismo, su mirada fija adelante para que ni siquiera de reojo pudiera conocer otro mundo que el que habían decidido para ella. De pequeña pudo trotar por los campos y de jovencita su dueño la llevaba orgulloso a las muestras de ganado que se hacían en las plazas de los pueblos cercanos pero desde que se hizo mayor había perdido parte de su belleza de juventud, su pelo había mermado brillo ya no reflejaba irisado, sus ojos perdieron viveza y sus salidas se fueron distanciando hasta acabarse por completo, desde entonces está subyugada a la noria siguiendo ese sendero fijo por el que gira siguiendo el ritmo del sol. Al anochecer es liberada de sus cadenas para que pueda descansar y alimentarse.
Una tarde llegaron al pueblo unos carromatos que sonaban al rodar a campanillas y panderetas, era un derroche de alegría la que se observaba a su alrededor, mujeres vestidas de luminosos colores y niños felices que correteaban entre los carros y jugaban con los caballos, yeguas y perros que los acompañaban. Al anochecer encendieron hogueras y después de comer y beber bailaron y cantaron al son de guitarras y castañuelas. Ella estaba embrujada con aquel despliegue de entusiasmo, se veían dichosos y lo mejor de todo es que eran libres para viajar por todo el mundo. Se fue acercando con sigilo hasta los árboles cercanos al campamento y quedó prendada de un caballo zaino que relinchaba atraído por el olor de la curiosa yegua alazana. - ¿Quién eres princesa?, te husmeo pero no logro verte. Acércate que te vea, no seas tímida.
Ella fue despacio hacia el apuesto corcel y se dejó querer, juntos miraron la luna plateada que reflejaba sobre el arrollo y las estrellas parecían titilar con más brío que otras noches.
Al amanecer despertaron alertados por el sonido de los cacharros y la algarabía de los chiquillos. 
-Vente conmigo princesa, te enseñaré el mundo entero. No pierdas esta oportunidad de dejar para siempre ese surco que coarta tus pasos y limita tus horizontes. Te llevaré a la India de donde proceden estas gentes que nos protegen y verás Europa entera. 
Cuando el campesino fue a buscar la yegua maldijo su mala suerte, los gitanos se la habían robado, su querida yegua, aquella que él tanto había cuidado y a la que necesitaba para seguir sacando agua de la aljibe para regar sus campos.





lunes, 25 de agosto de 2014

PALABRA 35 DE 52: CONTANDO LAS SEMANAS




Esta semana toca hablar de la LLUVIA


La montera del patio amplificaba el goteo incesante que durante la madrugada la había despertado. Acurrucada entre las sábanas acudió a su pensamiento la tristeza que tantas veces la embargaba, su vida era rutinaria, de horas muertas tras los cristales de su cierro de visillos ajados de tanto tocarlos para asomarse a ver si la vida fuera seguía siendo igual de monótona que dentro, esperaba que alguna vez al apartar aquella tela la calle de toda su vida se hubiera transformado en un escenario diferente donde los sueños tenían la posibilidad de hacerse realidad, donde los deseos con solo pensarlos se cumplían, donde la vida era una constante caja de sorpresas. ¡Cuántas imágenes trajo a su mente aquella pertinaz lluvia!




jueves, 21 de agosto de 2014

ESTE JUEVES: LA FOTO DE MI VIDA




No podía dejar pasar la convocatoria de este jueves teniendo en cuenta que mi casa, ésta en la que los jueveros nos encontramos cada semana lleva por nombre Mi Blog de Fotos.
Todos conocéis mi afición por la fotografía aunque solo soy una aprendiza de fotógrafa. Era ineluctable que mis pasos en busca de los temas fotografiados me llevaran hasta las imágenes de Sancti Petri, el lugar que, aparte de la Isla donde vivo, más veces ha sido el punto de mira de mi objetivo. También sabéis que mi URL es Playa del Castillo, una línea de costa de arenas rubias y aguas templadas que une mi Isla con las tierras del Castillo de Sancti Petri, donde la leyenda cuenta que estuvo el Templo de Hércules, hoy día un templo bajo el mar sobre el que está asentado el actual castillo donde se encuentra la torre del faro del que tanto me habéis oído hablar. Era pues ineludible mi cita con esta propuesta y he venido acompañada por la imagen de mi templo y por el fornido semidios que se encuentra a la entrada del poblado señalando hacia el "non plus ultra", allí donde había que parar, donde las tierras de Europa y África estuvieron en contacto hasta que llegó él, tras atravesar el desierto libio, y con su poderosa fuerza las separó formando el Estrecho de Gibraltar, quedando sus columnas situadas una sobre el peñón de Gibraltar y la otra en el monte Hacho de Ceuta, o según otras versiones en el monte Musa de Marruecos.
Hércules tuvo que venir a la isla de Eriteia para cumplir con el décimo de sus trabajos impuestos por la sibila del Oráculo de Delfos por haber matado en un ataque de locura a su mujer, hijos y sobrinos. Debía robar el ganado de Gerión que vivía en esta isla, más allá de las columnas de Hércules, ya en el Océano.
Pero  lo que más me emociona cuando voy al Castillo de Sancti Petri o camino por las calles de su poblado es pensar que mis antepasados, mi abuelo como farero y su familia, entre los que se encuentra mi madre, estuvieron allí viviendo muchos años. Siento el castillo como algo mío, forma parte de mi vida como uno de los sitios que más felicidad me han proporcionado.
Lo he fotografiado miles de veces y siempre encuentro una nueva imagen que me invita a inmortalizarla. 




En cuanto mi cuerpo volvió a recuperar sus fuerza, mi mente dejó a un lado el padecimiento y la vida volvió a mí con más ganas que nunca me fui a pasear por mi castillo a encontrarme con mis raíces y a dar gracias a los dioses que eligieron éste lugar.


HABLANDO DE FOTOS... La Plaza del Diamante de Alfredo




lunes, 18 de agosto de 2014

PALABRA 34 DE 52: CONTANDO LAS SEMANAS





Palabra para utilizar hoy: MUNDO



 Reducido mundo en los ojos de una madre
mundo que se amplía, que se crece
mundo que descubrimos 
dilatando el  horizonte
mundo que recorremos
imaginario mundo 
mundo idealizado
utópico mundo libre
probo mundo deseado
sin fronteras ni países
mundo sin desheredados
sin guerras ni podredumbre
mundo respetado
a este mundo venimos 
para en el mundo quedarnos
alimento de la tierra
abono de camposanto.







jueves, 14 de agosto de 2014

ESTE JUEVES: VIRUS





El virus del amor es benigno pero ataca nuestro microprocesador que es el cerebro inutilizando gran parte del mismo que confundido por un estado tan extremo comienza su propia terapia defendiéndose ante situaciones tan dispares como ir de la alegría a la tristeza en un nanosegundo, el tiempo que hay entre abrir el correo y comprobar que el causante de sus trastornos no ha dejado ni una palabra que consuele su añoranza. El virus del amor trastorna los sentidos de tal forma que los ojos del amante solo ven el rostro del amado, su aroma le envuelve intensificando sus deseos, el sabor de sus besos sigue impregnando sus labios eternamente, el sonido de su voz ilumina el mundo y una hermosa melodía parece salir de su boca que con cada palabra va marcando el ritmo de su corazón que va in crescendo, del adagio al prestissimo. El virus del amor idealiza al amado al que el afectado ve como un ser perfecto casi un dios. Solo la unión de los amantes calma esas angustiosas palpitaciones que consiguen llevar al corazón a un tempo lento tras la satisfacción de los momentos compartidos.
El virus de amor no es mortal pero hace sentir la muerte cerca cuando la ausencia es larga, exiguas las palabras y utópicos los proyectos.
El virus del amor se alimenta del recuerdo, vive de los momentos vividos y los sueños por realizar, se traga el orgullo y la presteza, va anulando la mente que deja de razonar, no distingue, no reacciona, no se concentra, no reconoce. Anda deambulando entre evocaciones para aliviar la soledad, busca en cada imagen un recuerdo, en cada palabra una declaración. Cuenta los días, las horas, los minutos, los segundos...obsesivamente. Las noches pasan en duermevela, los días esperando una palabra, una imagen, un te quiero, un aquí me tienes aunque lejos, una caricia leída, un beso dibujado, una mirada soñada, un encuentro programado.