domingo, 10 de julio de 2016

CIERRE DEL JUEVES 7 DE JULIO





Como capitana de la última travesía juevera quiero dar las gracias a todos los viajeros que han querido acompañarme en este viaje. También a los que se han quedado en puerto por motivos personales pero que nos han acompañado con el pensamiento y sus comentarios.

Hemos visto el mar en el cielo con Gus;  navegamos hasta Cabo Verde con Vivian;  con Carmen nos hemos aventurado en un viaje para encontrar el amor;  Inma nos ha mostrado un mar de espigas doradas mecidas por el viento por donde navega la imaginación; Tracy nos ha demostrado que el mar tiene un enorme poder; María Perlada nos ha hecho viajar por un mar lleno de erotismo; Alma Baires  descubre que un camarote para dos es un punto de encuentro; Pablo Paf navega sobre espuma de olas dejando atrás los escollos del camino; Rosa sabe que roto el amor no hay puerto al que llegar; Mag cree que la muerte no es el final, que seguimos navegando eternamente; Jenofonte se deja llevar por las olas y los sueños;  Maite nos ha hecho recordar los primeros amores; hemos naufragado con las palabras de Divagaciones; Mónica nos ha acercado a la Isla misteriosa; Demiurgo encontró un barco en el que se experimentaba con el tiempo,¿ conspiraciones?; Y Verónica nos pone los pelos de punta al embarcar al religioso pederasta asesino hacia su destino final.
Si me dejé a alguien en el muelle le ruego que me perdone y que no desespere porque en breve saldrá otro crucero que nos llevará al próximo encuentro juevero, esta vez al mando del primer comandante Gustavo.

Yo quisiera que mi cuento romántico hubiera tenido un final feliz pero mi mente racional a veces se niega a seguir alimentando sueños. 

Tenemos que bajar a tierra. Puede que en otra ocasión me deje llevar por cantos de sirenas.

Dejo el testigo en manos de Gustavo que será nuestro anfitrión el jueves, día 14 de julio.


The end

jueves, 7 de julio de 2016

ESTE JUEVES: EN ALTA MAR


Sol ardiente de junio, Frederic Leighton .

Sofía estaba emocionada porque esa noche cenaría en la mesa del capitán. Cuando preparaba el equipaje había guardado con sumo cuidado el vestido que se había comprado para esa ocasión. Lo había tenido varios días colgado en su cuarto admirándolo, lo había elegido entre muchos otros por los pequeños cristales que decoraban la tela y que ella ya imaginaba reluciendo bajo las luces del comedor. Se veía como una estrella y seguramente el capitán se fijaría en ella. Ya había investigado un poco y sabía que era un soltero empedernido, que jamás se le había conocido pareja y que las gentes hacían miles de conjeturas acerca de su vida solitaria.
Durante todo el día se estuvo preparando para lucir espléndida. Por la mañana estuvo un buen rato tomando el sol en las hamacas de cubierta, luego se pasó por el spa y disfrutó de un relajante masaje. Como no tenía apetito, pasó del almuerzo y se fue directamente a la peluquería, antes de que se llenara de viejas cotorras y tuviera que perder allí unas horas muy valiosas.
Cuando volvió al camarote estaba tan nerviosa que pidió que le trajeran una tila doble que se tomó con un tranquilizante. Aún faltaban unas horas y podría descansar y relajarse.
Cuando abrió los ojos se dio cuenta de que se había dormido profundamente y estaba desorientada, no sabía dónde estaba ni qué hora era. Se levantó sobresaltada y miró la hora. Una vez que se situó en el tiempo y el espacio, calculó que apenas le quedaba una hora para la cita con el capitán. Se dio una ducha refrescante para despabilarse del todo y se maquilló un poco, lo justo para disimular pequeños defectos sin que pareciera una máscara.
Al entrar en el comedor el capitán se encontraba dando la bienvenida a otros comensales. Ella se fue acercando despacio, con paso rítmico, balanceando sutilmente las caderas. Muchos de los que ya se encontraban en sus correspondientes asientos se quedaban mirándola con admiración y ella se sintió cada vez más segura de sí misma.
De repente el capitán dejó de saludar,  se giró y se quedó mirándola sin pestañear. Un calor le subió desde el estómago y se ruborizó apartando sus ojos de los de aquel hombre con el que se había ilusionado durante tantos días. Él se acercó y le dio la mano con una leve inclinación de cabeza.

-Buenas noches Sofía, llevo mucho tiempo esperándote.

No se lo podía creer, se sintió mareada, y sufrió un desmayo. Cuando volvió en sí estaba en su cama, quizá el no haber almorzado y la doble tila con tranquilizante habían afectado demasiado a su organismo y había dormido más de seis horas. Miró el vestido colgado en la percha y pensó, otra vez será, los sueños sueños son y no todos los cuentos acaban comiendo perdices.




martes, 5 de julio de 2016

CONTANDO LAS SEMANAS




Semana 27 inspirados en el título de una canción, El témpano.

Como un témpano a la deriva
un bloque de hielo descarnado
me muevo por aguas gélidas
hacia un incierto destino

Tu silencio elocuente
es un eco cansino en mis oídos
dejaron los versos de tener sentido
se perdieron las palabras

Se acabarán los días de duelo
los poemas tristes
las noches de imposibles sueños
lloraré mis hielos mientras desaparezco




domingo, 3 de julio de 2016

PROPUESTA JUEVERA PARA EL 7 DE JULIO


Seguro que muchos de los jueveros, los más añosos, os acordáis de aquella serie que acaparó nuestra atención a finales de la década de los setenta del pasado siglo. En España su título fue Vacaciones en el mar; en algunos países de Hispanoamérica fue el Barco del amor, traducción más literal de su título original.

Los españoles de aquella época viajábamos poco de vacaciones y mucho menos teníamos ocasión de hacer un crucero,  algo que tan de moda se ha puesto en la actualidad. Entonces nos conformábamos con tener unos días para montar nuestras tiendas de campaña en algún pinar cercano al mar y disfrutar de la naturaleza en estado casi salvaje.

Volviendo a los cruceros os propongo como tema para esta semana que imaginemos una historia ocurrida dentro de uno de estos gigantescos buques, o en cualquier otro barco, el caso es navegar, en nuestros mares o en océanos imaginarios, en el presente, el pasado o el futuro. 

No vale contar la película del hundimiento del Titanic aunque muchas de las historias que allí ocurrieron pueden servir de inspiración. 

Las normas de los jueves son las de siempre, no pasaros demasiado de las 300 palabras y avisadme para que os vaya enlazando.

Qué los vientos sean favorables y los faros os guíen.


¡Feliz travesía!