martes, 17 de junio de 2014

PALABRA 25 DE 52:CONTANDO LAS SEMANAS





Esta semana se nos propone hablar del MIEDO

Nacemos sin miedos porque desconocemos el peligro pero a medida que vamos viviendo comenzamos a relacionar situaciones con angustias y hechos con sufrimientos, así los miedos van introduciéndose en nuestra mente. Cada cual tiene sus miedos porque todos ellos dependen de la experiencia en la vida. Miedo a la oscuridad porque se relaciona con situaciones amenazantes, miedo a la enfermedad, miedo a la pérdida de un ser querido, miedo a no ser aceptado, miedo a dejar de amar y miedo a no ser amado, miedo al olvido, miedo a la soledad, miedo a perder tu voz, miedo a vivir oprimido, miedo a la vejez y a la muerte, miedo a lo desconocido.  Miedo a no ser capaz de vencer los propios miedos Miedo  ver a tus hijos morir de hambre, miedo a no poder salvar sus vidas habiendo remedios, miedo a las injusticias, miedo a vivir este infierno, miedo a las bombas que no eligen victimas y miedo a las balas perdidas, miedo al fanatismo feroz en nombre de las creencias y miedo a los que desde sus cómodas vidas especulan con los miedosMiedo a vivir con miedo.


miércoles, 11 de junio de 2014

ESTE JUEVES: AMIGOS




Apenas han comenzado a conocerse, ha sido pura casualidad que el destino haya hecho que se crucen sus caminos pero sienten como si su amistad hubiera nacido con ellos. Ambos de la misma ciudad, nacidos en cercanas calles y criados a escasos metros. Sus recuerdos coinciden en multitud de hechos, de anécdotas, de lugares recorridos, de juegos compartidos en su niñez con otros niños del barrio. Cuando conversan y comparten esos recuerdos es como si hubieran vivido en sus comienzos la misma vida, evocan cómo eran las calles de entonces, las personas que los rodeaban, los mayores que les enseñaron las primeras experiencias, aquel colegio pequeño en el que eran una gran familia, la torre rosada de la Capillita, el camino del Observatorio, el callejón del Arenal, el barrero al que los niños iban a jugar y de donde salía el barro que iba a la Ladrillera y a casa de más de un escultor, que en la calle vivían dos grandes artistas. 
Él se fue a otra ciudad, allí comenzó su vida de estudiante, obtuvo su licenciatura, trabajó, creó su familia y viajó por un montón de países. Solo volvió en algunas ocasiones de vacaciones y cuando tuvo que servir a la patria.  Sus caminos volvían a estar cerca pero no quiso el azar que se encontraran. Ella se quedó en su isla y vivió su vida lo mejor que supo, se hizo mayor en la misma calle de su niñez, recorrió siempre los mismos lugares, no conoce otros países, ni habla otras lenguas. Para sentir la vida con más intensidad lee todo lo que cae en sus manos, tiene la inagotable necesidad de conocer, de saber, de investigar,  siempre ha pensado que una vida es poco, escribe lo que dicta su corazón y plasma con palabras sus sentimientos. Así ha sido como él ha llegado hasta su puerta y ella le ha abierto invitándole a quedarse. Ahora ya saben que son amigos desde siempre.







martes, 10 de junio de 2014

PALABRA 24 DE 52:CONTANDO LAS SEMANAS





Jugando con las SIRENAS


Era una noche oscura de densa niebla
era una noche de luna ausente
era una noche negra y tenebrosa
era una noche amenazante

En la espesa oscuridad navegantes
sus barcos envueltos por la bruma
sus barcos como naves fantasmales
cruzando el estrecho entre dos mares

Era una noche orquestada 
una noche de sirenas 
los barcos avisando de su paso
las sirenas de los faros alejadas

En la noche oscura del sur de España
frente a Tarifa, invisible África
sobre los mares calmosos
el canto de las sirenas



jueves, 5 de junio de 2014

REFLEXIONANDO







No hay normas más difíciles de incumplir que las que nacen de nosotros mismos. Hemos oído miles de veces que los humanos somos animales de costumbres pero a veces esas rutinas llegan a instalarse de tal manera en nuestra vida que somos incapaces de cambiarlas, bien por miedo a que se desbarate todo lo que tenemos bien controlado o por una arraigada superstición. Si la vida nos va bien haciendo las cosas de tal manera, no las cambiemos no vaya a ser que rompamos ese equilibrio que creemos haber conseguido. Y así vivimos como asno en una noria o como el camión de bomberos de un tiovivo siguiendo siempre el mismo camino ya marcado por el continuo pisar. Es una forma tranquila de vivir pero monótona, hay que salir de esas imaginarias vías de vez en cuando y asomarse a los alrededores, sorprenderse con paisajes desconocidos, tropezase con alguna piedra que nos haga tambalearnos e incluso caernos al suelo porque esos serán los momentos que quedarán en el recuerdo como los que dan sentido al vivir. Si nos mantenemos siempre en un surco marcado nuestra visión del mundo será muy reducida. Hay que revelarse contra sí mismo y romper cadenas, escapar y mirar a lo lejos e intentar alcanzar esos sueños que desde la rutina no podíamos vislumbrar. Tenemos que seguirlos aunque están fuera de nuestro alcance, el poder de la mente y la constancia hará que cada día estemos más cerca de alcanzarlos.
Los que se conforman con ver solo hasta donde alcanza la vista nunca llegaran lejos, el mundo es mucho más de lo que podemos ver, vivir con intensidad es disfrutar de todos los sentidos, mirar y no solo ver, escuchar más que oír, oler, saborear, tocar. Los olores evocan los recuerdos más profundos y están tan ligados a los sabores que pueden hacernos volver a vivir realmente aquellos momentos invocados. 
Quien no se para a contemplar un ave, una flor, el tronco arrugado de un viejo árbol y el sonido melodioso de sus ramas movidas por el viento,  la sonrisa de un anciano y la caricia de sus manos arrugadas,  el sonido del agua, el piar de los pollos en sus nidos, el arrullo de las palomas, el grilleo de las noches de verano, el crotorar de las cigüeñas sobre las espadañas, una barca varada en el fango esperando la subida de la marea, el vuelo amenazante de una gaviota en defensa de su prole, la mirada de los enamorados,... y mil escenas diarias que pasan desapercibidas para  la gran mayoría, se está perdiendo lo más importante. ¿Qué es más intenso el momento del beso o el recuerdo de ese beso? Quiero salir del camino marcado y aventurarme por cascadas de armonioso sonido, por ríos de templadas aguas, por dunas de azúcar y montes de merengue, quiero subir a los árboles para sentir el aroma de los frutos maduros al sol y saborearlos. Quiero sentir la vida plenamente.





lunes, 2 de junio de 2014