La mujer entró lentamente en la negrura de aquel espacio amenazador, respiró el olor húmedo de las zonas sombrías y respiró asqueada un aroma de descomposición y pudrimiento. Avanzó tanteando con miedo las paredes de las que colgaban hierbajos y telas de araña pegajosas, bajo sus pisadas notaba un suelo fangoso que intuía poblado de miles de criaturas sin ojos, vividores de las oscuridades, seres del inframundo, rastreros bichos devoradores de excrementos y podredura. Sus pies resbalaban y tenía que apoyar sus manos aunque el miedo a lo que pudiera tocar le atenazara la garganta y engarrotara sus dedos, no quería caer en aquel suelo repugnante del que ya no podría levantarse, debía seguir hasta el fondo, tenía que hallar la salida de aquel inmundo lugar. Todo estaba completamente negro y era incapaz de determinar el tiempo que llevaba inmersa en aquel túnel nauseabundo.
Pasaban horas, quizá días y no veía luz alguna que guiara sus pasos. Aquella situación no era nueva, otros túneles habían precedido al actual y de todos había salido, no tenía que ser diferente esta vez. Lejos, muy lejos creyó oír una voz que la llamaba y tuvo un atisbo de esperanza, quizá ya estuviera cerca del final, quizá esa voz lograría guiar sus pasos a la salida. Continuó caminando con precaución, pensando en cada movimiento que hacía pero con el ánimo de que el final estaba cerca. La voz cada vez era más nítida.
Oscuro túnel
entre sombras y luces
corre la vida
17 comentarios:
El tunel de la imagen es el árbol de Navidad de la Puerta del Sol, así que al final encontrará la luz. Abrazo
Què bien leerte de nuevo Leonor! Conozco el túnel del que hablas en tu relato, yo también he estado en él...pero siempre hay algo o alguien que te ayuda a salir.
Gracias por participar.
Un beso
Y alguna vez todos transitamos esos túneles, tantas veces creemos que no hallaremos la salida, pero siempre está, en algún lugar el túnel se abre y salimos a la luz. Así es la vida.
Un beso enorme.
Cuando nos toca estar en esa situación, no debemos desfallecer. Al fondo del túnel siempre hay se nos presenta alguien para ayudarnos a salir de él.
Me gustó mucho tu relato.
Saludos
Ojalá la voz haya sido amiga...tremendo trance del que cualquiera quisiera poder librarse.
=)
Que escenario tanta tan tétrico y nauseabundo, pero lo describes tan bien, que parece que estés dentro de este cutrofóbico lugar. MUy real y agobiante.
Cariños.
Ojalá todos los túneles dieran pronto con la salida.
Una metáfora preciosa. La voz, cada vez más nítida, con seguridad de una persona cercana que se presta a ayudar. Cuando se pierde la luz, la esperanza, lo más noble es pedir ayuda, pedir una voz.
Un abrazo
La esperanza es lo último que se pierde, y después de la oscuridad, seguro que divisa la luz. Esa voz debe ser amiga.
Muy intrigante tu túnel
Un abrazo
Muchas veces lo importante es andar...muy gráfico tu relato...por momentos casi táctil
Con la ayuda y el amor de los que nos rodean, siempre es más facil encontrar la salida. Tu protagonista la encuentra, eso es lo que importa.
Besos.
Buena metáfora para tantos túneles que debemos cruzar en esta vida...
Los hay económicos, de salud, de muerte, de dolor, de impotencia...
Pero ahí está siempre la lucecita que te estira y te estira sin piedad pidiéndote que sigas andando un dia más.
Un beso y tu cafelito.
Angustioso tránsito que en algunos momentos de la vida nos toca recorrer a mas de uno. La luz existe, no cerremos los ojos.
Un abrazo.
En efecto la vida está llena de túneles y no sabemos qué encontraremos más allá de él, en esa luz que puede ser un remanso de paz o una nueva tortura. Me gustó. Un besote
Un túnel atrás de otro, ¡cuanta satisfacción se siente haberlos atravesado y salir fortalecida!!
Abrazo grande Leonor
¿Cuantos túneles tan tétricos y nauseabundos como el que nos describes tan minuciosamente nos vemos obligados a pasar en nuestra vida? afortunadamente la luz siempre está ahí, enseñándonos la salida de los mismos.
Un fuerte abrazo.
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