martes, 28 de abril de 2015

CONTANDO 53 SEMANAS




Semana 18 inspirados en esta pintura "The offering" de Paul Lewin.

Una pintura llena de simbolismo, donde la naturaleza es el principio y el fin de todo. La vida y la muerte, el bien y el mal, el eterno ciclo de la vida, somos fruto y semilla, semilla y fruto, sol y lluvia nos alimentan, estamos hechos de la misma materia de la flor, del ave, y la mariposa, somos la naturaleza misma y cuando acaba nuestro paso por la vida devolvemos a la tierra todo lo que nos fue dado. Solo somos parte de un ciclo vital y nuestra misión es dejarlo todo como nos ha sido entregado, esa es nuestra ofrenda a la naturaleza que nos ha permitido disfrutar de toda su grandeza. El pensamiento humano ha intentado explicar un punto de partida, un comienzo de vida y se ha inventado dioses de todo tipo lo que ha llevado a los humanos a conocer el mal porque la religión y el mal van de la mano. La verdad está en nosotros mismos en que nuestra misión es seguir el bucle natural de la existencia.









lunes, 20 de abril de 2015

CONTANDO 53 SEMANAS





Semana 17 inspirándonos en la palabra SOLEDAD.

Envuelta en mi soledad 
cierro los ojos para no verla
mi pensamiento en otro lugar
lejos de esta realidad
siento el minutero del reloj
en su inexorable paso
su voracidad de tiempo
restando horas a mi vida
tragándose mi existencia
y sigo sola en mi soledad
esperando otro momento
abro los ojos 
pienso si es sueño
pero sigo rodeada de la nada
contando la exactitud del minutero
sola en la soledad 
esperando otro momento






martes, 14 de abril de 2015

CONTANDO 53 SEMANAS





Semana 16. La palabra propuesta por nuestra anfitriona es PLUMA.

Hoy mi pluma quiere escribir sobre una mujer que nació tal día como hoy en el año 1918. Se le puso por nombre Isabel y fue la segunda de nueve hermanos pero la primera de las hembras, lo que marcó su vida para siempre. Tuvo que ayudar al cuidado de la prole y en la España de la posguerra  se tuvo que venir a La Isla para que sus hermanos varones pudieran hacer sus estudios en el colegio de la Salle y las chicas en el de Bravo, mientras su madre y su padre se quedaban en Sancti Petri donde él ejercía la profesión de farista. 
En una época tan difícil que ha pasado a la historia como los tiempos del hambre, tuvo que dar de comer a toda la familia con lo poco que podía conseguir y fueron muchas las veces que lloró ante las quejas de sus hermanos que ya eran unos muchachos y se levantaban de la mesa diciendo con ironía: ¡Ya ha comido un hombre!Tuvo que hacer verdadera magia para poner un plato de comida todos los días en la mesa y no por falta de dinero que su padre lo ganaba bien, el problema era que no había víveres que comprar y fueron muchas las noches que con harina se hacían unas tortitas que disfrutaban hasta algunos amigos que en sus casas no había ni eso.
Isabel cuidó siempre de la familia, se levantaba a las seis de la mañana,  preparaba desayunos, lavaba a mano las ropas de sus hermanos y de la casa, hacía aquellas camas de colchones de lana o de borra que había que remover hasta dejar mullidos nuevamente, limpiaba los suelos de rodillas y las cacerolas que tenía a modo de exposición en una pared de la cocina estaban siempre relucientes.
Isabel dedicó su vida a los demás, a sus hermanos, a sus padres, a sus sobrinos a los que cuidó y amó como hijos, y más adelante a las hijas de una sobrina suya que siempre estuvo a su lado y que la considera más que una madre.
Todo lo que escriba mi pluma es poco para rendir homenaje a esta gran mujer.







Livianos como plumas nos dejamos llevar hasta el blog de Karina.



miércoles, 8 de abril de 2015

ESTE JUEVES: EL JARDÍN




En las noches de luna llena un reflejo se desplaza entre los macizos floridos, una fugaz  y etérea luminiscencia que durante unas horas se deja ver para perderse luego en la oscuridad del jardín.  Él sabe que permanece agazapada entre la vegetación y que su esencia nunca abandonará este lugar.
Las horas que el jardinero dedica a sus árboles y plantas se ven recompensadas con la belleza que éstos le prodigan, no hay día en que no se abran  flores de alguno de los bulbos que durante en invierno han esperado la llegada de la primavera y los arriates están plenos de bellísimas flores. El jardín se va convirtiendo en una inmensa paleta de color y todos los días elige para ella de entre las flores las más hermosas. Ni los jardines de Babilonia fueron cuidados con tanto amor.
 Durante el trabajo, el jardinero siente su presencia, oye su risa tras los rosales y los setos, la imagina alrededor de los frutales buscando frutas maduras y a veces una suave brisa le hace estremecerse sintiendo que ella roza sus manos mientras desbroza, planta, siembra y, de vez en cuando,  cerrando los ojos  puede sentir un dulce beso sobre sus labios, es tan real que alarga sus brazos para atraparla pero al abrirlos ya se ha esfumado y nuevamente la oye deambular entre las flores y jugar entre los nectarinos y los almendros. Sabe que le gusta  acercarse al estanque de los nenúfares donde observa embelesada el nadar  monótono de las carpas.
Cuando en los atardeceres riega sabe que la volverá a oír alegre tras los macizos de flores, huyendo como una niña traviesa de las gotas de agua que le salpican y él se deleita intentando descubrir en qué rincón se ha escondido. Es un juego de almas  en un intento de fundirse.
Al llegar la noche siente que su presencia sigue en el jardín y se asoma a la ventana para verla aparecer y desvanecerse por diferentes rincones, sutil e impalpable,  una volátil sombra iluminada por plateados rayos de luna, una ilusión.  La quisiera alcanzar pero sabe que las almas son etéreas y se le escaparía de las manos  como se escapan los sueños al despertar.
Y se duerme esperanzado porque aunque ella se escapa entre las sombras de la noche sabe que su esencia permanece por siempre en el jardín.





lunes, 6 de abril de 2015

CONTANDO 53 SEMANAS




Pintura de Adriana Gabriela Tugores.

En la semana 15 nos inspiramos en esta pintura.

Al mar he lanzado mis palabras
con un rumbo establecido
  por las aguas acunadas
mecidas por caracolillos
siguen el curso de su destino
bajo un cielo de volutas irisadas
de nubes que imitan ser olas
y olas que anhelan ser cielo
con un sol abrazado de espuma
jugando a ser su farero
buscan donde posar mis versos
avistan tierras lejanas
donde hibernan los deseos
pido brisas que las lleven
mareas que las empujen
que no se interpongan resacas 
ni se desboquen los vientos 
al mar he lanzado mis palabras
 mis palabras navegantes
que surcan el mar de los sueños