domingo, 29 de mayo de 2016

CONTANDO LAS SEMANAS





Semana 22 inspirados en el título de una canción, ASÍ.

Así, caminando juntos
asidos de la mano
sin miedos
te quiero

Así, sentados frente al fuego
rozándonos con la mirada
soñando besos
te quiero

Así, añorando las palabras
esperanzada
sintiendo versos
te quiero

Te quiero sin miedos, soñando, sintiendo.







martes, 24 de mayo de 2016

CONTANDO LAS SEMANAS





Semana 21 inspirados en la canción Entretiempo


El día había estado nublado a pesar de estar ya a las puertas del verano. Un viento del sur andaba despeinando melenas y alborotando ropas tendidas. Las golondrinas, pendientes de sus crías que comenzaban a probar sus alas, no dejaban que se aventurasen solas. De vez en cuando la veleta se movía señalando a ratos el poniente.  Atardeció antes de lo que suele hacerlo en esta época y al salir de casa tuve la precaución de coger una rebequita de entretiempo por si arreciaba el viento. 






RELATO EN SEGUNDA PERSONA







Recuerda que hace ya un tiempo  te estuve avisando del riesgo que corrías al emprender el viaje. En aquel momento el país era un hervidero de conflictos, había demasiados problemas y se podía adivinar que tendría que explotar en breve.  Pero tú estabas decidido y eres siempre tan poco dado a escuchar consejos que he llegado a pensar que ni siquiera oíste las razones que te estuve argumentando. Luego pasó lo que pasó, lo que yo temía y todos los que quisimos advertirte. Cuando dejaste de comunicarte con nosotros tuve un mal presentimiento pero en la embajada no se sabía nada de ti, nadie se ponía en contacto ni con ellos ni con tu familia. Desapareciste sin más. Pensé que te habrían secuestrado y me dije que era lo que merecías por cabezota. Luego me entró el pánico temiendo por tu seguridad. Ha sido una larga espera y he pasado tanto miedo que durante estos meses he estado en estado de shock.
Cuando te he visto bajar del avión no he podido hacer otra cosa que llorar. He dejado salir todas las lágrimas que se acumulaban y que no era capaz de liberar porque no entendía tu abandono. Por fin he comprendido el motivo por el que tuviste que marcharte.



miércoles, 18 de mayo de 2016

ESTE JUEVES: TU PALABRA FAVORITA





Os doy mi palabra y no quiero decir con esto que ya os vaya a revelar cuál es mi palabra favorita, lo que quiero aclarar con esta expresión es que os aseguro que he estado venga a darle vueltas al tema en busca de una palabra que tenga un significado especial para mí, o una sonoridad agradable, o alguna característica que la haga destacarse, pero hay tantas palabras que cumplen esas premisas que al final no acabo de decidirme por ninguna. Las hay originales por su forma como murciélago, que contiene las cinco vocales, o jacarandá, que solo tiene una pero es muy sonora.  También he buscado las que por su contenido me despertaran un sentimiento, y sí, por supuesto que hay muchas que me hacen evocar conceptos bonitos, madre, amor, hijo..., y así podría llegar al tope de las trescientas palabras que son las que debo tener en cuenta para escribir el relato.  Pero sigo sin decantarme por ninguna en particular. Aunque podría elegir la palabra sueño, tanto porque me encanta dormir como por el significado de aquello que se desea con vehemencia, esa ilusión que llamamos sueño, tan difícil muchas veces,  por no decir imposible, de hacerla realidad. Ilusión que se diluye en el sueño, en algo que podría haber sucedido realmente pero que no llega a salir  del mundo onírico, encerrada para siempre en ese rincón del pensamiento donde guardamos los deseos no logrados junto con los suspiros y los llantos. Pensándolo bien no quiero la palabra sueño, no la quiero porque los sueños que no se cumplen llegan a convertirse en pesadillas y esa es una palabra que detesto porque me altera el sueño, me refiero al sueño reparador, y me hace levantarme con un regusto agrio. Creo que estoy tan perdida como al principio, no sé cómo extraer de entre las miles de palabras de nuestra lengua una que tenga el suficiente poder sobre las demás para ser elegida. ¿Y si las uno de dos en dos? pararrayos, cascanueces, casapuerta, bocamanga..., mejor lo dejamos porque ya veis que esto podía ser interminable. Alma, esencia, eternidad...







viernes, 13 de mayo de 2016

ESTE JUEVES: OBJETOS OBSOLETOS




¡Tita!, ¿falta mucho? Era mi cansina pregunta cuando mi tía, cansada ya de haber trabajado toda la mañana en la casa de mis abuelos,  se sentaba delante de la máquina de coser para hacerme un vestido. No sé cómo tenía paciencia para soportar mi inquietud. La vieja máquina ahora ya obsoleta,  era manejada con habilidad,  impulsada por un pedaleo rítmico que le imprimía mi tía con sus pies estratégicamente situados, uno un poco más adelantado para empujar hacia delante y otro más abajo para inclinar el pedal hacia ella.  La patilla plateada caminaba sobre la tela haciendo entrar y salir la aguja enhebrada que iba uniendo las piezas que formarían mi vestido. Pero el suplicio no era solo mi rutinaria machaconería, es que además yo quería participar y con los retales del corte andaba dando la lata para que me dejara probar mi destreza en aquel artilugio que, hoy, al mirarla,  me trae tan bellos recuerdos, no solo por las horas pasadas junto a mi querida tía, también por el soniquete que rompía el silencio de la hora de la siesta cuando estaba  trabajando. Mi tía con su inmensa ternura, me conformaba dándome un trozo de tela y una aguja para que aprendiera a hilvanar pero pasaba más tiempo ensartando el hilo que cosiendo. A cada rato tenía que probarme para ver si todo estaba quedando ajustado y cada vez era más perfecto hasta que se daba por terminada la faena y solo restaba hacer los dobladillos que se hacían a mano y si era el caso, pegar los botones y hacer los ojales, que aquellas máquinas antiguas no hacían esas cosas. Las primeras pruebas eran algo decepcionante porque yo no acababa de ver que aquello se pareciera a un vestido pero poco a poco iba mejorando y,  delante del espejo del armario de la sala, que era la habitación donde dormíamos las dos, la única de la casa que tenía un cierro a la calle, me quedaba admirada al ver que de un trozo de tela mi tía hubiera conseguido sacar un vestido que estaba deseando estrenar. 



miércoles, 11 de mayo de 2016

CONTANDO LAS SEMANAS





Semana 19 inspirados en la palabra PAZ

Para tu paz mis batallas
Para tu felicidad mi pena
Para tu sueño mi vela
Por tu serenidad callo mis versos
mis silenciosos llantos
mis miedos

Por no verte, ciego mis ojos
ahítos de buscar sin ver
y palpo el aire
y entre las sombras te busco
pero solo encuentro tu ausencia
y mi soledad

Añoran mis oídos tus susurros
tu voz es un eco lejano
un aullido en la noche
un quejido, un lamento
un grito desgarrador
de impotencia

Encierro mis palabras bajo siete llaves
porque no las sientas
para que no te alteren
para que no te duelan
pero no hay cerrojos
para este cruel pensamiento mío






Encontraremos una inmensa paz en el blog de Karina.





miércoles, 4 de mayo de 2016

ESTE JUEVES: MI ISLA




Mi Isla, La Isla de León, San Fernando, en la provincia de Cádiz.


Podría irme a los libros de nuestra historia y sacar una extensa explicación de cómo surgió esta Isla junto a la Bahía de Cádiz, hablar de los primeros asentamientos que según muestran los restos arqueológicos extraídos en algunas zonas, datan de hace más de seis mil años. Os podría contar que por aquí estuvieron los fenicios, los romanos, y muchos siglos después los genoveses y gentes de otras tierras, y que de todos ellos quedaron huellas y fueron modelando lo que hoy día es esta ciudad. Todos aquellos pobladores influyeron en la formación de nuestro paisaje, en lo que hoy día es una Isla con su propia identidad, aunque sin poder separarla del entorno, de todos los pueblos que forman la bahía porque ninguno sería lo que es sin los demás. Eso es algo que aún muchos no han entendido y solo esa unión hará posible que esta comarca se suba al carro del progreso. Podría decir que tenemos un Castillo en Sancti Petri que está situado sobre lo que fue el Templo de Melkart y hablaros de todo lo que fue luego hasta nuestros días, y lo que es ahora;  y recordar que Hércules tuvo que pasar por esta Isla para llevar a cabo uno de los doce trabajos que le fueron impuestos. Hay mucho que contar pero me voy a centrar en lo que yo siento al hablar de mi tierra. Mi Isla, rodeada de caños, asentada sobre un suelo lodoso donde se crían coquinas y cangrejos violinistas entre otros bichejos, con un parque natural incomparable, en parte creado por los antiguos fenicios que supieron darle forma para extraer la sal y hacer piscifactorías, que nosotros hemos llamado siempre los esteros. Mi Isla es un lugar que huele de una forma especial y eso lo sabemos los cañaillas cuando al volver de un viaje, llegando al Puerto de Santa María, ya empezamos a sentir ese aroma conocido, ese aire salino que se mezcla con el olor de la sepina, de los fangos, de las arenas mojadas de las playas, es una sensación indescriptible aunque en este momento estoy intentando describirla. Y ya al llegar al Puente Zuazo, aquel que une nuestra isla al resto del país, ya entonces respiramos a pleno pulmón nuestra esencia. Ya huele a la Isla, a sus calles, al ambiente que rodea nuestra rutina, a las cocinas que nos recuerdan a nuestras abuelas, ya nos sentimos abrazados por un sentimiento de seguridad, de ya estoy en casa. Podría hablaros de nuestra gastronomía, de nuestro habla, de las costumbres que van pasando de generación en generación, pero no quiero que me tachéis de presuntuosa. 






martes, 3 de mayo de 2016

CONTANDO LAS SEMANAS





Semana 18 inspirados en la palabra "Ecos"

Intentaba dormir pero en su pensamiento resonaban una y otra vez las palabras de aquella triste despedida. Se mezclaban con los recuerdos de las primeras miradas, de los primeros roces inocentes que no llegaron a pasar de eso,  de un beso rozando la comisura de los labios, como robado al destino con la complicidad de las sombras de la noche. Intentaba dormir. Se acurrucaba abrazándose a sí misma. El sueño se negaba a acogerla en su mundo de quimeras. Intentaba dormir pero su cabeza era una barahúnda incontrolable. De nada valía buscar recuerdos felices, al contrario, ellos engrandecían la pena de este momento. Intentaba dormir y fue a refugiarse en los ecos lejanos de un poema de amor,  Me falta verbo para saber cantarla..., y así, mecida por el dulce tañido de sus palabras,  se dejó llevar por un sendero ilusorio que no llevaba a ninguna parte.