lunes, 14 de abril de 2014

FARO DE CABO DE GATA




Tras visitar el Faro del Dique de Poniente, en el Puerto de Almería, nos encaminamos hacia el Cabo de Gata para ver su Faro y disfrutar de las maravillosas vistas del lugar.


El Faro que podemos ver actualmente es de construcción relativamente reciente, en 1863 se construyó el faro y ya en los comienzos del siglo XX el resto de las dependencias que lo completan.
Fue edificado sobre las ruinas del Castillo de San Francisco de Paula, que formaba parte de la batería de defensa marítima existente en la costa almeriense, y  que fue destruido durante la Guerra de la Independencia.
El faro está construido entre el arrecife de las Sirenas y la Playa de las Salinas.


Su torre blanca con doble balconada tiene una altura de 19 metros, aunque al estar construida en un acantilado la altura del plano focal es de 55 metros. Los destellos son visibles a 23 millas náuticas, unos 43 kilómetros. Desde 1978 está complementado por una sirena acústica que tiene un alcance de 7 millas.
En 1863 comenzó con una óptica giratoria y lámpara de aceite de oliva con apariencia de luz fija variada por eclipses de 30" en 30" y un alcance de 19 millas.


Mario Sanz, farero de Mesa Roldán que nos estuvo acompañando en todo el recorrido que hicimos por los Faros de Almería, nos abre las puerta de acceso a la zona donde se encuentra este faro y sus dependencias.


El faro de Cabo de Gata cambió el uso del aceite de oliva por parafina en 1882, y ya en 1902 comenzó a usar petróleo. En 1914 fue sustituido el alumbrado por el de vapor de petróleo a presión.
Fue en 1917 cuando se fijaría la apariencia definitiva en destellos relámpagos equidistantes, para ello se reforzó el aparato y el mecanismo de giro, entrando en servicio en 1926.





En 1973 entró en servicio un radiofaro y dos años después se estrenó una nueva instalación luminosa para dar destellos de luz blanca a 30 millas de distancia. 


El faro tiene entre sus cometidos dar aviso a navegantes de la presencia de una peligrosa laja, la Laja del Cabo, un arrecife que se encuentra a 800 metros de la punta del cabo frente al faro, tan solo a 3.60 m. bajo el nivel del mar y que ha sido la causante de numerosos naufragios durante toda la historia.
 El pecio más visitado por los submarinistas es el del buque checoslovaco Arna, que naufragó en 1928 al chocar contra la Laja del Cabo, y que antaño había transportado mineral de hierro y hoy día es refugio para peces y entretenimiento de visitantes.


Todos los amigos que habíamos acudido a esta visita quedamos encantados con el entorno de este faro, el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar fue el primer espacio marítimo-terrestre protegido de Andalucía. Debido a los contrastes existentes entre el medio marino, el litoral y el terrestre, a las numerosas especies exclusivas que alberga y a las características propias de uno de los ecosistemas más áridos de Europa, este espacio fue también reconocido internacionalmente como Reserva de la Biosfera.
Gran parte de la peculiaridad ecológica y paisajística del Parque tiene su origen en la ausencia de invierno climático y en su diversidad geológica, con predominio de los sustratos de naturaleza volcánica, donde coladas de lava, domos y playas fósiles conforman un singular paisaje cuyas tonalidades ocres, negras y rojizas cautivan al visitante por particular belleza.



En el hueco de la escalera se encuentra el sistema de contrapeso de giro de la óptica del faro. Es un sistema obsoleto aunque si fuera necesario utilizarlo sigue funcionando a la perfección.


Vista de la escalera desde abajo, en esta imagen podemos ver los cables del contrapeso.


Escalera de acceso a la linterna.


En los cristales de la linterna del faro hay un sector rojo que indica la zona peligrosa donde se encuentran los arrecifes de la Laja del Cabo.


Maquinaria del faro de La Maquinaria Valenciana.


La lente y sus reflejos coloridos.


Las lámparas


Interior de la lente


La linterna desde el exterior


Al fondo la Playa de las Salinas

Hacía un viento bastante fuerte y toda la terraza que se asoma al acantilado se encontraba salpicada de esquejes de la pitas que abundan en la zona. No pude resistirme y cogí dos de ellos ya que allí difícilmente podrían enraizar.


El Arrecife de las Sirenas es en realidad el resto de una antigua chimenea volcánica (conducto de unión entre la cámara magmática y el exterior del cráter volcánico) que se vio sometida a un proceso de erosión diferencial. Situado en las cercanías del acantilado del Cabo de Gata, es uno de los lugares más emblemáticos del Parque Natural. Las formas verticales que se observan son restos de rocas volcánicas de tipo andesítico, que se originaron tras la cristalización del magma en el interior de dicha chimenea, hace más de 12 millones de años en el periodo Terciario. Probablemente recibe este nombre por la presencia de una colonia de foca monje que los pescadores de la zona llamaban sirenas o lobos marinos. Este mamífero habitó toda la costa de Cabo de Gata hasta mediados del siglo XX, (actualmente se encuentra en peligro crítico de extinción en todo el Mediterráneo).


Playa de las Salinas

En el mes de abril de 2013 se cumplieron los 150 años de la construcción del Faro de Gata y el diciembre del mismo año los 150 años del Faro de Mesa Roldán, precisamente cuando nosotros estábamos allí de visita, así que, al llegar a dicho Faro que era el siguiente en visitar, nos esperaba una sorpresa.

Próxima visita el Faro de Mesa Roldán.





4 comentarios:

Ester dijo...

Un enclave de sueño, precioso y afortunadamente protegido, me encanta ir contigo a ver los faros. Saltibrincos

Tracy dijo...

¡Mira que es bonito...!

censurasigloXXI dijo...

Qué vistas más bonitas, me reafirmo en mi deseo de vivir en un faro...

Muchas gracias, ha sido un agradable paseo de tu mano.

María dijo...

Un amplio reportaje con bonitas imágenes, me encantó tu entrada.

Un beso.