miércoles, 12 de noviembre de 2014

ESTE JUEVES: SUPERSTICIONES





Al levantarse tenía cuidado de salir de la cama siempre por el lado izquierdo, no era una superstición, es que su cama estaba pegada a la pared por el lado derecho, pero esa costumbre se instaló para siempre en su mente y cuando dormía en otras camas o la compartía siempre tenía la necesidad de ocupar el lado izquierdo.  Aquella mañana se despertó sobresaltada porque tenía un examen a primera hora y creyó haberse quedado dormida, no tenía el hábito de poner el despertador porque confiaba en su capacidad de despertar siempre a la hora prevista. Levantarse nerviosa alteró sus rutinas y al salir para la facultad olvidó una pulsera de plata que era su amuleto de la suerte, así la consideraba desde que se la regalaron y nunca asistía a un examen sin ella. 
No detectó su falta hasta que sentada ante los folios blancos comenzó a sentirse angustiada, no sabía el motivo pero algo no estaba bien, miró a su alrededor buscando en motivo de su desasosiego, colocó los folios bien encuadrados en la mesa, un bolígrafo alineado a la derecha y otro de repuesto en la parte de arriba. Todo en regla. Pero...¿qué fallaba?. Al comenzar el examen se dio cuenta de la causa de su desatino, no tenía en su muñeca la cadena plateada que guiaba su mano. Nada de lo que sucedió a continuación se desarrollo con normalidad. No pudo concentrarse en el ejercicio y salió del aula con la convicción de que no lo aprobaría.


JUEVES 13, nos leemos en el blog Lugar de Encuentro de María José Moreno. (Creo que quiere psicoanalizarnos)



15 comentarios:

María José Moreno dijo...

Somos nosotros mismos los que nos atamos a estas medidas. Yo cuando veo a los alumnos con tantos rituales me sonrío, lo hemos hecho todos. ese primer bolígrafo con el que hicimos un examen con el que obtuvimos la Matricula de Honor... esa depresión cuando la perdimos y ese desplazamiento a otro objeto al que traspasamos esas con características de buena suerte... Somos humanos jajaja
Gracias por participar Leonor. Un beso

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

La mala suerte es poner toda la confianza en la suerte antes que en la fuerza de voluntad.

LAO dijo...

Es muy cierto, nos hacemos de rutinas tal vez para sentirnos algo así como a resguardo de riesgos.....

Tramos dijo...

La supersteción unida a la ignorancia y falta de coherencia, si me apuras también creo que a la inseguridad de la persona.

Buenísimo relato,

Besos muchos,

tRamos

Ester dijo...

Se suspendió el examen por un fallo y hubo que repetirlo al día siguiente. La mala suerte de uno puede tropezar con la biena del otro. Abrazos

Tracy dijo...

Esas trabas que nos ponemos a nosotros mismos, son las que nos coartan muchas veces el discurrir de la vida.

Juan L. Trujillo dijo...

Perdón, pero como no soy supersticioso, creo que la culpa no fue de la cadena, más bien de su propio desconocimiento.
Somos tan proclives a inventar coartadas.
Un abrazo.

CARMEN ANDÚJAR dijo...

A veces nos creemos tanto una cosa, que la sensación de desasosiego se instala en nosotros sino se cumple, y nos influye tanto que la maldición se cumple,como a tu protagonista.
Un abrazo

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Esa actitud nefasta es la que termina por convencernos de que sí existe la mala suerte, cuando en realidad somos nosotros mismos que nos predisponemos para que todo nos salga mal.
Un abrazo!

Juan Carlos Celorio dijo...

Pues entiendo perfectamente el drama. Yo siempre iba a los exámenes con calcetines color burdeos y un bolígrafo sin estrenar o solo usado en exámenes que me hubieran salido bien. Si algo de ello no estaba, mi moral se resentía.
Besos, amiga.

Musa dijo...

Quien no tuvo su coartada...pero es cierto que somos animales de rutinas y cuando algo esta fuera de lugar pensamos que es señal de que algo malo tiene que ocurrir. Nosotros mismos nos coartamos.

Besos

yessykan dijo...

Pobre de tu protagonista. Cuando la superstición se aferra a nuestro modus operandi, no hay quien los haga desistir. La superstición existe porque el ser humano la crea dando paso a la adversidad.
Besos

Alfredo Cot dijo...

Seguro que aprobó, a no ser que lo que se hubiera dejado en casa hubiera sido la cabeza.
Texto bien hilvanado y entretenido.
Besos

San dijo...

El que más y el que menos algun ritual de este tipo nos hemos creado, todo por agarranos a aquello que nos proteja y ayude en los momentos criticos.
Besos.

Anónimo dijo...

Son solo cosas o pequeños rituales repetidos que asociamos al bienestar o al equilibrio emocional, lo cual nos lleva al pensamiento de que sin ellos no sería posible ese bienestar. Nada más lejos de la realidad, pero si nos sirve, ¿porque no considerarlas?.
Un fuerte abrazo.