miércoles, 5 de junio de 2013

ESTE JUEVES: LEYENDAS URBANAS






La casa de los espejos de Cádiz, es uno de los muchos lugares que cuentan con una macabra historia. La antigua mansión situada frente a la Alameda de Apodaca fue testigo de un trágico asesinato agravado por ser la asesina madre de la víctima. Allí vivían el matrimonio y su hija que era muy querida por su padre. El hombre era marino y de todos los viajes le traía a su amada pupila un espejo, llegando la muchacha a hacerse con una  amplia colección. Su madre cada día estaba más celosa de la relación entre el padre y la hija sintiéndose desplazada de la familia. Su odio hacia la joven fue acrecentándose a medida que la niña iba creciendo y en uno de los viajes que tuvo que emprender el marido, envenenó a su hija poniendo mataratas en su comida. 
Se dice que cuando el padre volvió y supo lo ocurrido no tenía consuelo. La muerte de la pequeña, según su esposa, había sido a causa de una grave enfermedad. El hombre se refugiaba en las habitaciones del primer piso donde la joven tenía los espejos y allí pasaba las horas lamentando la desgracia ocurrida.
Una tarde en que el padre se encontraba totalmente abatido vio en uno de los espejos la verdad de lo acontecido. El cristal reflejaba a su mujer poniendo el veneno en la comida de su hija y la dolorosa muerte de su querida niña. Desesperado obligó a la fratricida a confesar el crimen, tras lo cual fue juzgada y condenada, pasando el resto de su vida entre rejas. Del padre se sabe que se fue de la ciudad y no volvió a vivir en la casa que ha estado abandonada desde aquel suceso.
Dicen que la muchacha se aparece en los espejos y se oyen alaridos y llantos  en todo el edificio. Algunos atrevidos han entrado a comprobar cuanto hay de verdad en lo que se cuenta y han salido espantados certificando que al mirar los espejos no se ve la propia imagen sino la de la joven con cara de ira provocando horror en los que  han osado enfrentarse a ella.




Casa de los espejos situada en el Paseo Alameda Marqués de Comillas con el aspecto que tenía en la época en la que sucedieron los hechos.


Hace cuatro años (esta imagen corresponde al año 2009)  se ha restaurado la casa pintando sus fachadas de verde y modernizando todo el interior así como los balcones y ventanales, pero parece que nadie se atreve a habitar entre tan espeluznantes paredes y sus pisos de lujo siguen a la venta.


El edificio en la actualidad restaurado y con los letreros de venta de viviendas en sus balcones sin que haya valientes que se atrevan a comprar. Imaginamos que los espejos habrán desaparecido, pero...hay muchos cristales en los cierros y ventanas en los que reflejarse.




Mas leyendas en casa de JUDITH, Blog Dark Light.



23 comentarios:

emejota dijo...

Me ha encantado cómo nos lo has contado. Superinteresante. Mientras leía la historia me venía a la mente la de Hildegarda. Bss.

Anónimo dijo...

Hola Leo, me ha gustado mucho la historia, en 18 años que vivo aquí nadie me la había contado igual parecía que estaba en la casa, besitos. Soy Isa

&& dijo...

Espeluznante. Te doy las gracias por darla a conocer, no tenía ni idea sobre el caso. Y no me extraña que nadie la quiera comprar, vamos, ni siendo parapsicólogo.

Un beso

Helio dijo...

Una interesante y trágica historia la de esa casa.
En Salamanca hay otra casa que es muy famosa la llaman " La casa de las muertes" también cuentan sobre alguna tragedia.
Saludos.

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

¿Realmente está enojada con los que se contemplan en el espejo? Es lo único que no me convence del todo del relato. O tal vez su ira es ciega.

Ester dijo...

Realmente interesante la leyenda, se esconden muchas cosas en las ciudades. Un relato bien ambientado. Saltibrincos

Fabián Madrid dijo...

Bonita leyenda documentada en el tiempo. Un beso.

Tracy dijo...

No sabía de esta casa, en mi próxima visita a Cádiz le iré a ver y no para comprarla.

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Y qué esperaban con esa historia? Logran vender o alquilar las habitaciones?...nooooooo, por más que la pinten y refaccionen no creo que puedan conseguir que la gente vaya a vivir allí! jejeje...mejor prueben como atractivo turistico de terror y cobren entrada, quizás con eso sacan unos pesos! jajaja
Un abrazo

tereoteo dijo...

Vaya, qué miedo! no me extraña que no vendan los pisos... por si acaso!
Pero es una buena historia para contar una noche de tormenta que se vaya la luz.
Un beso!

Montserrat Sala dijo...

Que horror! aún se me erizan los pelos del cuerpo al pensarlo. Aunque bien mirado, aún siendo muy trágico este crimen, no son menos espeluznantes, otros casos de incestos, consumados y consentidos, que han acabado en tragedia. Y que desgraciadamente se dan en todos los países

Vivimos en un mundo cruel. Muy cruel.
Saludos.

Charo dijo...

Genial la historia!!!Me ha encantado y la verdad es que me suena haber visto alguna peli o algo así sobre el tema. Qué miedo!!!
Besos

Lucía m.escribanoblogsport.com dijo...

Menudo relato ufff, no me extraña que nadie qea vivir en ella, si alguna vez puedo ir a Cadiz, no podre irme sin pasar por alli.
Me ha gustado tu relato y como lo has escrito.
Besos

Juan L. Trujillo dijo...

De 2009 para acá no hay quien compre un piso, ni en Cádiz ni en ningún sitio.
En cada ciudad hay una casa con extrañas leyendas.
Un abrazo.

Gaby* dijo...

Ufff! qué fuerte historia, muy bien narrada por tí. Es increíble los oscuros sentimientos que ese esconden en el fondo de algunas almas, pobre niña! Pienso que cargar con semejante historia, ha de poner un peso sobre la vivienda, que sólo un escéptico total sería capaz de hacerse con ella. La frase final de tu relato, deja flotando en el aire cualquier posibilidad de reflejo estremecedor!

Besos! Lindo fin de semana!
Gaby*

San dijo...

La casa es preciosa , no tanto la historia,dramática y espeluznantes, tan bien contada por tu parte, uno ve los espejos y a sus protagonistas. Me gusto mucho Leonor.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Preciosa e inquietante historia la que nos traes Leonor. Pone los pelos de punta sólo de imaginar las situaciones que narras. Lo más repulsivo de todo es ese odio de la madre hacia la hija, por impropio.
Un abrazo.

Juan Carlos Celorio dijo...

Maravilloso tema, me sugiere esa idea de que los espejos guarden en su memoria las escenas contempladas, un misterio que daría muchísimo juego ¿verdad?
Me lo he pensado y no, no compro la casa.
Muchos besos.

Cristina Piñar dijo...

¡Menuda historia! La casa puede ser bonita, pero a ver quien es el guapo que se atreve a vivir en ella... Un beso.

CARMEN ANDÚJAR dijo...

Que historia más macabra. Yo tampoco viviría allí. Los celos son muy malos; pero matar a la propia hija no tiene nombre.
Muy bien contado Leonor
Un abrazo

casss dijo...

Muy buena leyenda... aunque pienso visitar el lugar prescindiendo de este... jajaj

Muy bien hilvanado, al punto de que me pareció que estaba ahí (bueno, por eso, no iré de nuevo ;)

Besos y abrazos mil

María José Moreno dijo...

Que leyenda más bonita y la casa también. Los celos que son muy malos ;-) Un beso

Cecy dijo...


Que buena historia, claro para leerla de día, porque inspira miedo.
Yo entraría, claro que acompañada.
De pura curiosa, mientras que no me pase lo del gato.

Tarde pero voy llegando …


Un abrazo :)