La sede se encontraba atestada de afiliados, amigos y simpatizantes del partido. Era la segunda vez que ganaban por votos unas elecciones pero no obtenían mayoría para poder gobernar. Sabían que no podrían llegar a acuerdos ni pactos porque así lo habían prometido en sus programas y no lo iban a incumplir. La campaña había sido trabajada en profundidad, se habían dejado la piel en ella, y el pueblo había respondido, pero eran malos tiempos para sus siglas y en parte tuvieron que pagar los errores de los altos cargos.
Por unos días sus ánimos estuvieron arrastrándose por los pasillos de la casa del pueblo, pero en política no se pueden dejar las cosas para mañana, no es admisible que un revés mengüe las ganas de trabajar si uno quiere realmente servir a su gente, y se levantaron y comenzaron su nuevo camino, un camino paralelo desde el que poder recordar a los que van por la vía principal que no se puede jugar con la confianza que han puesto los electores en su programa. Hay personas que siguen creyendo en los políticos, en su buen hacer y sus verdaderas ganas de estar al servicio de su ciudad. La mayoría está desencantado, casi asqueados de ver que clase política nos muestran las noticias, y eso es porque en ellas no se habla de los que día a día hacen su trabajo con corrección, hablando con los colectivos más perjudicados, acudiendo a encuentros entre empresas y trabajadores para acercar ideas, estudiando durante horas las posibles soluciones a los graves problemas que están destruyendo nuestra sociedad.
Demos un voto de confianza a los políticos de a pie, esos que están a nuestro lado, los que nos saludan en la calle aunque no sea época de campaña electoral. Las próximas elecciones volverán a intentarlo, trabajarán duro la campaña, oirán la voz de sus conciudadanos, caminaran junto a ellos en busca de soluciones y esperarán su respuesta en las urnas. Si vuelven a quedar en la oposición, será desde ahí desde donde hagan su trabajo, pero será como siempre un trabajo bien hecho.
Dedicado a mi hija Patricia.
Más candidaturas en casa de Juliano
19 comentarios:
Es la manera que se debe trabajar, con voluntad de ir codo a codo con la gente, escuchando sus necesidades, sin promesas pero si con hechos al momento de poder lograrlos.
Lindo Leonor, linda dedicatoria.
Un abrazote :)
Difícil lo tiene la gente honrada que quiera hacer política.
Bueno espero que le salga bien y se lleve pocos discursos. Abrazos
Claro que los hay, honestos y dedicados a la gente y sus convicciones, pero lamentablemente, son los menos. Los que marcan con su incompetencia al resto contribuyen -sin dudas- al descrédito de la política en la mejor de sus acepciones.
Un abrazo
El trabajo de la hormiga laboriosa, el del paso a paso y letra a letra, como se va escribiendo la historia, por un sendero angosto, donde alguna luz ilumina la salida.
Un relato plagado de buenas intenciones, como las de esos candidatos que nunca se dan por vencidos pese al mal rollo del sistema.
un fuerte abrazo
La excepción a veces confirma la regla, pero merece la pena hacerla constar.
Besos y a la dedicatoria.
Seguro que hay políticos de esos, pero los otros nublan su quehacer diario.
Un beso.
Muchos de esos políticos con dedicación se necesitan, porque sino no vamos a ningún sitio. Besote
Haberlos hailos, pero son como las meigas...
Bs
voto a esos candidatos, raras aves, que tan bien has hecho en recordarnos que también existen.
mi cálido saludo, Leonor
Si que los hay amiga; pero cada vez van quedando menos, y sólo se habla de los que se aprovechan. Es igual que la gente buena o mala, siempre se habla de la mala.
Un abrazo
Mira, mi idea y mi experiencia me dicen que hay buenos y malos en todos los ámbitos. Hay políticos corruptos, como fontaneros, camareros, médicos o basureros.
Ocurre que ha habido una mala cosecha de políticos y además una crisis. Y parece que quienes llegan alto no son los mejores (en política o no).
Mi abrazo para quienes creen que la política es servicio, no beneficio.
Y para ti, claro.
Es hora de que se oiga la voz de gentes así, son los nuevos candidatos. Los que abriran nuevos caminos, al menos lo intentaran.
Un abrazo.
Lastima que esos candidatos dignos, y trabajadores, personas que se mezclan con el pueblo, y viven los mismos aprietos que nosotros, no puedan subir a lo alto de la politica, porque los corruptos les sieguan los pasos para seguir medrando ellos.
Como yo creo en la Utopía, espero que pronto la situación cambie, y se premie el esfuerzo de los horrados y dignos...Que los hay, y muchos.
Besos Leonor y sigue tan guapa e inteligente.
Efectivamente Leonor, tu entrada es la antítesis de la mía. Son las dos caras de una misma figura, la del político. Honestidad, entrega, lucha por una sociedad mejor, la encarnada por unos políticos que, afortunadamente, haberlos hailos.En el lado opuesto, aquellos que son ambiciosos, oportunistas, carentes de escrúpulos, aduladores y arribistas que lamentablemente también abundan.
Un abrazo.
Espero que a partir de ahora la gente se pare a observar y sepa distinguir... la situación nos está pidiendo un cambio en la mentalidad de voto, conocimiento y reconocimiento...
Bonita dedicatoria desde el conocimiento
Besos!!
Aplaudo a aquellos que luchan por sus ideales sin dejarse arrastrar por el poder corrupto. No conozco a ninguno, esa es la verdad...pero haberlos hailos, segun cuentas.
Un besazo
Y la candidata acabó logrando que su Partido ganara las elecciones. Aunque, en realidad, las ganó ella, con grandes valores y una empatía y una entrega a sus obligaciones realmente excepcionales.
Imagen de su madre.
Y la candidata acabó logrando que su Partido ganara las elecciones. Aunque, en realidad, las ganó ella, con grandes valores y una empatía y una entrega a sus obligaciones realmente excepcionales.
Imagen de su madre.
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