martes, 31 de julio de 2012

ESTE JUEVES: El tiempo en el tiempo





SONETO AL RELOJ

Viejo reloj en la pared colgado,
del tiempo un incansable vigilante,
 un devoto adlátere acompañante
conocedor de vidas del pasado.

 Apolíneo círculo cerrado
de diligente mano circulante,
adalid de lapso insignificante
pleno de simbología marcado.

Dorado centinela jubiloso
con reflejo de  imágenes lejanas,
cobijo de un corazón melodioso.

Capataz del sonido de campanas,
 de esferas hacedor tan laborioso,
avizor de las horas más tempranas.



Relojes antiguos de mi abuelo. Recuerdo de sus tiempos de farero.




   Una vez a la semana con esa parsimonia que dan los años, mi abuelo abría  la ventanita del reloj con media vuelta de llave, luego, con esa misma llave le daba cuerda, aquel sonido es el mismo hoy día y siempre me acuerdo de él. 
   A los pies de su cama en un trozo de pared entre la puerta del dormitorio y una alacena  estaba el reloj.  Yo dormía en una habitación contigua y mis noches siempre estuvieron acompañadas por el tic-tac monótono que me ayudaba a entrar en el sueño. Ahora es mi nieto Manuel el encargado de la llave.



22 comentarios:

Ana dijo...

precioso adelanto juevero. Cuando el reloj nos da las horas, no nos las da, nos la está quitando.

Un saludo.

tereoteo dijo...

Muy bonito el soneto relojero juevero, pero más bonito y tierno aún ese recuerdo del abuelo con su llave del tiempo que ha pasado de generación en generación.El tiempo pasa pero los recuerdos quedan para siempre.
Un beso enorme, Leonor

Natàlia Tàrraco dijo...

Manuel, el relevo que da cuerda al reloj, el del abuelo, descrito con cariño y a mano del recuerdo, al compás del tiempo este poema.
Leonor, besitooo sin reloj, no llevo, pero me enamoró ese viejo reloj sosegando tus sueños.

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Lindo el soneto, pero sobre todo, conmovedor el recuerdo hacia tu abuelo desde la cuerda de ese reloj!
Precioso...
Un abrazo.

Elisabet dijo...

En mi vida el reloj corre como una gacela. Pasan los días, las semanas, los meses y los años a una velocidad de vértigo. Sobre todo me doy cuenta cuando fijo en mi hermano y en mis hijos.

CARMEN ANDÚJAR dijo...

El tiempo siempre inexorable; pero lleno de recuerdos. Ese reloj de tu abuelo es una preciosidad.
Tu poema es una gran oda a los relojes y al tiempo que reflejan.
Un abrazo

Sindel Avefénix dijo...

Leonor el soneto es maravilloso, tiene un vocabulario, y un tono hermoso. Me gustó mucho, pero esa pequeña historia que contás al final sobre los relojes de tu abuelo me emocionó muchísimo. Hay objetos que nos marcan la vida y los recuerdos y pude verte acostado en la cama con los ojitos cerrados y sintiendo el tic tac del reloj.
Una maravilla tu jueves.
Un besote enorme.

Cristina Piñar dijo...

Precioso soneto y muy bellos recuerdos los que te suscitan estos relojes y que hoy has querido compartir con todos nosotros. A mi personalmente me encantan los relojes,sobre todo los de muñeca,tengo que reconocer que no puedo ir sin uno puesto. :) Un beso.

Anónimo dijo...

Leonor: Me encanta ese homenaje a tu abuelo en forma de soneto al reloj, como me encanta también la ortodoxia métrica y de rima del soneto construido en versos perfectamente endecasílabos. No es fácil ceñirse a una métrica exigente y a la par dotar de contenido poético al poema. Mi enhorabuena porque tú lo has conseguido.
Un abrazo.

Matices dijo...

Bonito el regalo que nos haces, conformando estos sonetos para quien nos marca el tiempo...

Gracias por estar y traernos el reloj del faro :)
Besos

San dijo...

Como dice Pepe, encajar y dar un bonito sentido a una métrica rigurosa no es nada facil y si que lo has conseguido Leonor, un significado evocador al tiempo y al bueno, felicidades.
Un abrazo.

Leonor dijo...

Gracias a todos por vuestras palabras, y a ti Pepe gracias por valorar el esfuerzo que he hecho para conseguir hacer un soneto correctamente, ha sido un reto conmigo misma.
Los recuerdos de los que hablo son totalmente reales así como que esos relojes llegaron con mis abuelos desde su último destino, el faro de Sancti Petri del que me habéis oído hablar en más de una ocasión.

Un beso y nuevamente gracias.

Luis dijo...

Hermosos relojes y el sonteo. Un recuerdo imborrable esa costumbre de vuestro abuelo. Excelente, me transportó a una escena de hogar y me emocionó. Saludos

Maria Liberona dijo...

que lindos recuerdos, hermosos relojes y que bello poema... todo, todo me ha encantado todo va en completa armonía bello

Esilleviana dijo...

Estos catorce versos de tu brillante soneto es una descripción muy detallada de lo que es el adlátere del tiempo: el guía o adalid de la duración de las vidas.

Un bonito recuerdo de tu abuelo en sus tiempos de farero.

Un saludo

Juji Mogar dijo...

Te ha quedado todo perfecto, Leonor y lo del soneto, "reto superado", así que puedes deleitárnos con más cuando desees.
Un fuerte abrazo.

Gaby* dijo...

Qué emotiva entrada Leonor! El poema genial, y esos relojes contando su historia, demuestran que hay tiempos imperecederos, que pueden seguir latiendo, sobre todo, al encontrar esa mano que no deja que se acalle el tic-toc. Bellísimo.
Un beso al vuelo:
Gaby*

Manuel dijo...

Precioso homenaje a los relojes de cuerda en este mundo frío digital.
Un beso

Unknown dijo...

El poema es una delicia que va acompañada de una historia personal muy buena. Un recuerdo que todavía sigue vigente. Un beso.

casss dijo...

Historia personal y relato, un encanto.

Ese capataz...un señor muy interesante, sin dudas, que nos tiene a mal traer muchas veces.

Un fuerte abrazo, Leonor.

rosa_desastre dijo...

No importa llegar tan tarde para disfrutar del poema y mas que nada de la historia de vida que encierra.
A mi me encantan los relojes y me quedo extasiada con el paso de sus engranajes por el tiempo de cada uno....feliz el guardian de la llave.
Un beso

Unknown dijo...

que bellos recuerdos los del reloj del abuelo y ahora le toca al nieto y que siga la rueda por los siglos de los siglos