Otra despedida, y esta vez
ya no encuentro palabras para retenerte
me he estado aferrando a un resquicio de esperanza
he quemado las últimas naves en este puerto nuestro
del que ni siquiera hemos partido
del que ni siquiera hemos partido
Otra despedida, y se impone
la rabia de los sueños secuestrados
ya no me quedan voces para llamarte
mis ojos palparán el vacío de tu ausencia
mis manos llorarán las caricias que no lograron
mis ojos palparán el vacío de tu ausencia
mis manos llorarán las caricias que no lograron
Otra despedida, y se vuelven
a quejar los versos que no entienden de tiempos ni voluntades
vomitaré lamentos que no puedo digerir
verteré en mi canto los gemidos que debieron ser de gozo
y moriré en cada suspiro
y moriré en cada suspiro
Otra despedida, ya
sin voces para implorar
alejada de ilusiones, viendo los sueños encarcelados bajo siete llaves
sin fuerzas para rogarte, sin apenas aire para llamarte
beberé en los ríos del olvido para no recordar tu nombre
beberé en los ríos del olvido para no recordar tu nombre
Otra despedida, aunque
el amor se nos desborde por las miradas que evitamos
aunque los besos nos abandonen buscando ansiosos
los labios que los conjuran sin palabras
solo con el recuerdo de un puñado de momentos
solo con el recuerdo de un puñado de momentos
Otra despedida
triste, agotadora, ya demasiado repetida
nunca deseada
nunca deseada
1 comentario:
No más despedidas, son tristes. Deja que vuele.
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