Invocación
Si hoy fuese mi último día
No me importaría nada
No me apenaría
Dejaría la vida como llegué a ella
Sin darme cuenta
Puedes venir a buscarme
Me iré contigo
Serás bien recibida
Dejaré la vida como llegué a ella
Sin rencores, desnuda, decidida
Atrás quedarán amores, desengaños y mentiras
Atrás quedarán los sueños
Las promesas incumplidas
Dejaré la vida como llegué a ella
De recuerdos desprovista
¡Ven a buscarme, muerte!
No temo perder la vida
No siento dejar el mundo
Dejaré la vida como llegué a ella
Los ojos cerrados, las manos vacías.
No me asusta la muerte, tampoco la llamo, ella vendrá cuando quiera y me encontrará. Bonitos versos. Un abrazo
ResponderEliminarA veces, se recorre un camino equivocado, que no parece encontrar un final feliz.
ResponderEliminarPero cuando se domina la palabra con tanto arte y tanta categoría, siempre se abre una puerta a la esperanza. Y, con ella, a la felicidad.