Cuando
acabe mi tiempo
cuando mi corazón
deje de latir
y mi mente
aparezca exánime
el día que
mi cuerpo sea ceniza
esparcida al viento
viajaré allá donde van los fenecidos
pero mis recuerdos
permanecerán
no sé de
qué forma
pero ellos
serán mi compañía
juntos vagaremos por extraños paraísos
gravitarán
a mí alrededor
dando sentido
a esa nada
a esa dimensión desconocida
volaremos juntos
por donde
estuvimos
y por
donde no pudimos hacerlo
viviremos en la muerte
las ilusiones perdidas
mis pensamientos
y yo
impulsados por la fuerza
que suscitan los recuerdos
iremos hasta
el mundo de los sueños
Precioso. Pero ojalá sea dentro de por lo menos cien años, que tenemos muchos atardeceres que compartir todavía.
ResponderEliminarUn beso
Hoy no tengo ganas de pensar en eso.
ResponderEliminarUn poema hermoso! Tal vez esa nada este más llena de cosas de lo que pensamos, mientras tanto vivamos en este sitio que siempre hay cosas lindas para hacer.
ResponderEliminarBeso.
Hasta el mundo de los sueños, el mejor lugar al que dos pueden ir. Un abrazo
ResponderEliminarHermoso poema leonor.
ResponderEliminarSigamos en el mundo de los sueños
Un beso
Isa
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