Esta semana la palabra PÁJARO
Quise volar antes de haber practicado
salté del nido sin aprendizaje
y mis alas no supieron elevarme
caí tantas veces al suelo
que quedó quebrada hasta mi alma
mis sueños rotos
mis horizontes cada vez más alejados
volé bajo una torrencial lluvia
que mis plumas no soportaron
quise atravesar desiertos
y quedé deshidratado
tonto pájaro temeroso
que por miedo a más desgracias
ha decidido quedarse
encerrado en una jaula.
Nos da miedo la libertad? Un abrazo
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarNo, no y no. Nada de jaulas. No hay nada como la libertad, para una vida medianamente digna.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pienso lo mismo que Juan L.Trujillo. Aunque tu poesia me ha gustado mucho. Un beso grande.
ResponderEliminarReal como la vida misma.
ResponderEliminarA veces tantos golpes nos dejan temerosos de nuevos vuelos, pero apenas sanen las heridas hay que intentar volver a volar, y seguramente remontaremos vuelo para alcanzar nuestro destino.
ResponderEliminarTu poema es bello, muy bello como vos!
Un beso enorme.
Bonita metáfora, como muchos de nosotros que no luchamos para alcanzar nuestros anhelos y nos conformamos con la comodidad de lo que tenemos.
ResponderEliminarUn abrazo
La vida en sí, es ensayo, error, ensayo, aprendizaje... lo malo es amedrentarnos ante los golpes que podamos recibir. Tal vez una jaula no sea más que la ilusión de seguridad, pero sin saberlo, también es el corte definitivo de la libertad... Yo creo que habrá que seguir abriendo las alas e intentar conquistar el cielo!
ResponderEliminarBesos al vuelo!
Gaby*
Eso nos pasa a muchos en sus primeros pasos en la vida. Bellas letras.
ResponderEliminarBesos.
El aprendizaje en la vida es asi. Nos deja temerosos, pero al pasar el tiempo, seguro que retomara el vuelo. =)
ResponderEliminarBesos
El miedo puede ser paralizante, nos impide hacer lo que deseamos y nos coarta la cotidiana empresa de querer vivir en libertad.
ResponderEliminarUn abrazo
No sé, pero creo que los pájaros deben ejercer su libertad. Por ello no me parece mal que lo hubiera hecho prematuramente. Que ello permitiera su enjaulamiento ... creo que nadie debería enjaular a un ave.
ResponderEliminarBesos.
Una gran amiga en su blog tiene un lema que reza así: Caminando hasta que duela. Es claro que tenemos que correr riesgos para avanzar. Si nunca se lanza al vacío, en el caso del pájaro, nunca aprenderá a volar y los inconvenientes y porrazos no deberían cortar sus ansias de volar. Aprendemos tropezando.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.