Esta semana jugamos con la palabra "Mariposa".
Cuatro esquinitas
tiene mi cama
cuatro angelitos
me la guardan
dos a los pies
dos a la cabecera
la virgen María
es mi compañera
y me dice:
duerme y reposa
y no tengas miedo
de ninguna MARIPOSA.
Cuando nos acostábamos acostumbrábamos a recitar esta letanía y cambiábamos el final para reírnos. Mi madre, que también se reía, nos corregía, "no es mariposa, es de ninguna mala cosa". Aún hoy, cuando soy yo la que la acuesto a ella, se la digo con la MARIPOSA al final, y creo que ella se sonríe.
Bonitos recuerdos de cuando yo rezaba lo mismo que luego rezaron mis hijas y ahora mis nietas. Saltibrincos
ResponderEliminar¡Qué tierno, Leonor, qué tierno.
ResponderEliminarFelices tiempos, en los que una oración se pudiera cambiar por otra de más jocosa.
ResponderEliminarSaludos Leonor.
¡Que lindo lo de rezar a la Virgen Leonor! Tal vez se referirían a la pobre "mariposa de noche" como la llamamos aquí, que es "fea" y pegadiza......
ResponderEliminartierno recuerdo, que contagia colores e inocencia.
ResponderEliminarun abrazo
Es muy linda!!!
ResponderEliminarte la voy a tomar prestada para compartir con mi pequeña nieta:)
Un abrazo Leonor.
Precioso Leonor!!! Que lindas esas cosas que hacemos de pequeños y quedan para siempre en el recuerdo.
ResponderEliminarUn beso enorme.
Que hermosa letanía. Inolvidables recuerdos de la niñez.
ResponderEliminarSaludos
Precioso!...muy bello e inocente
ResponderEliminar=)
Muy original. Me sorprendiste con los versos añadidos al final haciendo partícipes a las mariposas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tambien yo, cuando mis niños eran pequeños los dormía con esas cuatro esquinitas. Nostalgia de un ayer ya irreversible me produce ese cándido y tierno poemilla, Leonor.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.